CONSTRUYENDO
LA “GRAN SANTA CRUZ” del 2061
Victor
Hugo Limpias Ortiz, Ph. D.
Investigador
UPSA
Cuando las Jornadas “Santa Cruz 2000” (1986) todavía
El Carmen quedaba lejos, muy pocos pensaban dormir en Warnes y trabajar en
Santa Cruz y Mario Foianini solo soñaba con su puente hacia el Urubó. Sin
embargo, el proceso de conurbación ya se había iniciado y la conformación de lo
que hoy constituye el área metropolitana de Santa Cruz de la Sierra era sólo
cuestión de tiempo. La década de los ´90 resultó crítica al proceso, y luego de
la crisis del cambio de siglo, la expansión económica de este siglo renovó la
expansión de las manchas urbanas de Santa Cruz de la Sierra, Cotoca, Warnes, La
Guardia, Porongo y Montero. No hubo cañada,
río, riachuelo, laguna, curiche o reglamento urbano que impidiera la
satisfacción de los diferentes intereses involucrados, tanto privados como
públicos. La mancha urbana consolidada e integrada, planificada, invadida o
comprometida, de lo que se puede llamar apropiadamente la “Gran Santa Cruz”,
ocupa hoy cinco municipios, y dos más se encuentran comprometidos.
La existencia material de esta región
metropolitana, la de mayor población y superficie de Bolivia, se expresa en
diversos y crecientes problemas de índole social, jurídica, ambiental,
administrativa y de servicios, los cuales ponen en riesgo la sostenibilidad de
la infraestructura y el equipamiento a mediano plazo, además de las finanzas
municipales. Actualmente, en medio de sospechas y temores de todo tipo, se
realizan los primeros esfuerzos institucionales para lograr la articulación de los
gobiernos municipales involucrados, empezando a construir esa estructura
orgánica metropolitana, crucial para el futuro de las dos terceras partes de la
población departamental.
En ese marco, urge encontrar los mecanismos
políticos, jurídicos y administrativos que viabilicen la construcción y
definición de lo que puede llamarse la “Gran Santa Cruz”; adoptando el término aumentativo aplicado a otras
metrópolis, en las cuales una región metropolitana puede constituirse en un
conjunto de municipalidades autónomas sin más relación que su vecindad (caso de
Buenos Aires) o una asociación de varios municipios orgánicamente articulada
(casos de Lima o Santiago) con proyectos comunes a toda la metrópoli. Esta segunda
alternativa parece la más pertinente, debiendo identificarse la estructura más
apropiada para la realidad local.
Logrado el
consenso metropolitano, se mantendrá viva la esperanza de que la Gran Santa
Cruz continúe siendo el espacio donde la bolivianidad se sintetiza en su
dimensión más próspera, competitiva y también más tolerante y abierta al mundo.
Esta esperanza tiene que ver con su pasado y su presente, pero
fundamentalmente, con la sostenibilidad de su futuro.
Este artículo lo publicó el diario Mayor El Deber. Ver el mismo en línea: http://www.eldeber.com.bo/opinion/construyendo-gran-santa-cruz-2061.html