Lean la 2da. parte de mi articulo sobre la supuesta carencia de liderazgos cruceños (la 1ra. parte la encuentra hace una semana, aqui mismo):
http://www.eldeber.com.bo/vernotaseguridad.php?id=130119184713
VÍCTOR HUGO LIMPIAS *Desde los 60 los cruceños se incorporaron con fuerza en la política nacional, colgados de tres ramas: la tradición conservadora paceña, el pensamiento liberal empresarial y su tradición cultural. Este liderazgo se movió sin referencias políticas explícitas, aunque detrás hubo principios, valores, ideas y conceptos orientadores. El carácter implícito de estos permitió acomodos de todo tipo, que terminaron causando la catástrofe política actual. El desarraigo de algunos cruceños al asumir un cargo político nacional se entiende por la carencia de un pensamiento político de referencia y, en su orfandad conceptual, debían moverse dentro de límites e intereses impuestos por los proyectos políticos andinos, los personales o corporativos. El desbande político de hoy es expresión contemporánea de esas limitaciones, las que no deben observarse como fenómeno nuevo.
El alto grado de improvisación política al que se acostumbraron los cruceños fue, en parte, responsable del fracaso de las estrategias de enfrentamiento con el proyecto político del MAS. Analistas, parlamentarios y operadores políticos del antiguo sistema no fueron capaces siquiera de reconocer la escala y profundidad de la amenaza radical que surgía en sus narices, limitándose a la denuncia y confrontación primero, pasando por estrategias coyunturales después, para finalmente, si no hubo necesidad de escapar o se terminó acusado de terrorismo, optar por un reacomodo de sobrevivencia.
Para quienes piensan que Santa Cruz necesita superar esta carencia construyendo un proyecto político propio, es bueno que comprendan que ese esfuerzo debe salvar obstáculos locales. A saber, la necesidad de proteger grandes intereses en la sede de Gobierno por parte de algunos sectores, la fragilidad teórica de políticos conservadores, junto a la pésima reputación de la clase política y la perspectiva de replicar el drama que viven quienes se encuentran perseguidos, contribuyen a mantener la tradición fallida de improvisar los liderazgos políticos y dejar a raya a los mejor dotados de la vida política. Agrava la situación la fragmentación conceptual que aqueja al pensamiento político cruceño, donde es difícil lograr consensos razonables y consistentes.
Si se reconocen las fortalezas en otros liderazgos y se comprende la realidad cruceña, es evidente que la situación no es tan patética. Que el desarrollo cruceño haya dependido muy poco de lo político y que los cruceños lograran convertirse en líderes nacionales en muchos frentes superando obstáculos, demuestra que contar con políticos profesionales no resulta tan fundamental, como para los paceños, por ejemplo.
No hay duda que el liderazgo político es importante, pero es un error pensar que el futuro cruceño depende exclusivamente de él. La complejidad y las características de Santa Cruz de hoy permiten afirmar que, entre los bolivianos, los cruceños son los mejor preparados para enfrentar desafíos de un mundo en el cual esos otros liderazgos, en donde se destacan por encima del resto, les dan ventajas.
Hay que resaltar la ventaja cultural de los cruceños: su estructura de sociedad tipo enjambre; modelo bajo el cual la comunidad se mueve siguiendo alternadamente diversos liderazgos, cuya simultaneidad y contradicciones desarrollan complejos mecanismos de coincidencia dinámica, reorientándose constantemente, pero llevando al grupo hacia adelante. Después de siglos, y muy a pesar de frustrados pretendientes a pastores, los cruceños -cualquier cosa, menos un rebaño- siguen revoloteando sobre su propio enjambre, y avanzando...